Enseñar a alumn@s que son diferentes en muchos aspectos no es una tarea fácil, pero mejor pensar que no es imposible.
La clase es bastante heterogénea desde el punto de vista académico, intelectual, lingüístico y social.
La mejor manera de afrontar esto, no es anulando o simplificando el temario para adaptarlo y encontrar un camino intermedio o punto de encuentro donde todos se sientan cómodos al trabajar en clase.
La mejor solución es cambiando la forma de enseñarles y de organizar la actividad en el aula, es decir, enseñarles a ver el trabajo cooperativo como un contenido más para aprender.
Al principio, fue un caos, empezamos a mover mesas, a agruparlos en grupos de 5, ell@s no comprendían nada, pero el cambio les entusiasmó.
Lo primero, cada gru`po debía tener un nombre: entre risas y diversión empezaron a crear dibujos y pintar con acuarelas el dibujo y de ahí surgieron los cinco nombres.
Reconozco que no paraba de callarlos y ahí me dí cuenta que tenía que permitir ese diálogo entre ellos para llegar a un acuerdo y elegir sus nombres:
-"The crocodiles" - "The flowers"
- "The lions" -"The snakes".
Al poner los miembros de cada grupo un nombre ven un sentido a lo que están haciendo:"Tienen ya una identidad como grupo".
Me dí cuenta y comprendí además de vivenciar en persona que un ambiente socialmente heterogéneo y enriquecido contribuye a la adquisición por parte del alumnado, de la "competencia social y ciudadana" que se contemplan en el currículum derivado de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
Es de interés contar con referencias heterogéneas para valorar a los demás y aprender de ellos y ellas: el alumn@ no debe tener como único referente de su aprendizaje al profesorado, se puede aprender también de los iguales.
En segundo lugar, hacerles ver y comprender lo que es el aprendizaje cooperativo.
¿Qué es el aprendizaje cooperativo? Es el uso didáctico de equipos reducidos de alumn@s para aprovechar al máximo la interacción entre ellos con el fin de maximizar el aprendizaje de todos (Johnson and Johnson y Holubec, 1999).
Deben aprender cada uno de los componentes del grupo lo que el profesor les enseña y contribuir a que lo aprendan también sus compañeros de equipo.
Empecé a organizar trabajos en grupos y al principio, la reacción fue de andar sobre tierra movediza ante lo desconocido.
A su vez, la incertidumbre hizo que muchos papás y mamás preguntaran lo qué es eso de trabajar en grupos y ¡Por fin! logré entusiasmarlos y ceder ante esta aventura tan impresionante.
Surgieron trabajos como "Conocemos a un trotamundos de...."
Cada grupo trabajaba un país. Luego, se me ocurrió los 5 sentidos y al haber cinco grupos de cinco, cada uno se encargaba de exponer uno. Esto se me ocurría en el transcurso de la clase y les hacía entusiasmarse y motivarse.
Por último, trabajamos los cinco tipos de animales vertebrados. Cada grupo elegía uno: de ahí surgieron trabajos tan gratificantes y creativos como los peces, reptiles, anfibios, aves y mamíferos.
¡Imagínate! cuando exponían cada grupo su tema y todos los demás cogiendo apuntes: tipo universidad, fascinante...
Debo agradecer a los padres y a las madres su gran ayuda a la hora de colaborar en estos trabajos. Muchos de ellos han disfrutado muchísimo en la biblioteca y dedicando esas horas a estar con sus hij@s en ese mundo tan desconocido del aprender a hacer.
Para lograr esto, ha habido muchos momentos que parecía que ibas para atrás, momentos de dura tempestad, de un ir y venir de oleaje, tenía que inculcarles a estar y trabajar en un clima favorable para la cooperación, el ayudarse mutuamente y eso sí que ha costado. No estaban acostumbrados a ser generosos con su tiempo, con su espacio y no sabían darse a los demás.
He visto situaciones donde algunos alumn@s han intentado poner su punto de vista y otros sólo copiaban los resultados de los ejercicios de los compañer@s, confundiendo el tenerlo hecho con el saber hacerlo.
Tuve que fomentar un clima escolar de aceptación mutua y cooperación que favorezca la interacción en grupos heterogéneos y la mediación y resolución de conflictos.
En resumen, los trabajos en equipo ha logrado ya en el segundo trimestre hacerse estable.
Todavía, queda mucho por lograr, en ayudarles a especificar con claridad los objetivos que se proponen, las metas que tienen que alcanzar y enseñarles las habilidades sociales imprescindibles para trabajar en grupos reducidos.
En el tercer trimestre, haré que hagan una declaración de intenciones y cambien y mejoren alguna habilidad social para el bien del grupo.
Al final del periodo, deben como equipo auto-evaluarse y decir lo que hacen especialmente bien y los aspectos que deben mejorar.